Neo Carmona
Santiago Guillermo, presidente FAPROUASD y Carlos Matos, vocero |
Sin
embargo, la dirección de la Federación de Asociaciones de Profesores de la UASD,
FAPROUASD, de ese entonces, a la cabeza de Ismael Peralta, paralizó la universidad
completa hasta tanto la rectoría no accediera a un aumento general de salarios
de un 15%.
De
nada valió que se le explicara al gremio la importancia de resolver la
seguridad social ni de ganarnos la confianza del estado y la sociedad en el
manejo de los recursos. De nada valió la intervención de connotados/as uasdianos/as para que el gremio abriera las puertas de la universidad. De nada valió la
desesperación con que los/as estudiantes clamaban por un entendimiento entre el gremio
y la rectoría que permitiera la docencia.
Finalmente,
en un maratónico Consejo Universitario terminado poco antes de las 2:00 de la
mañana, la rectoría se vio forzada a acceder a un aumento general de salarios
de un 15%, dividido en un 10% de aplicación inmediata y el 5%
restante en el siguiente mes.
De esta forma los/as
uasdianos/as ganamos un aumento en nuestros sueldos pero perdimos la
oportunidad de tener la seguridad social digna que nos merecemos. Y perdimos
aun más la confianza del estado pues esa fue la primera recriminación que le
hizo el presidente Medina tanto al rector en el palacio como a profesores que lo
abordaron en un parador de la autopista Duarte.
Hoy el
escenario es el mismo. Los únicos que han variado son los actores: Iván Grullón
en la rectoría y Santiago Guillermo en la presidencia del gremio.
En esta ocasión
el gobierno asignó 550 millones de pesos en el presupuesto anual de la institución
con el fin de que ésta pueda amortiguar el déficit presupuestal histórico y
atender otras necesidades en las que necesariamente debe incluirse mejorar las
condiciones en que se desarrolla la docencia, equipamiento de laboratorios y aulas,
compra de autobuses para el traslado de maestros a los recintos, centros y
subcentros del interior, el fomento a la investigación, entre otras necesidades académicas igual de
importantes, de acuerdo, claro está, a lo que permitan los recursos.
Pese a esto, la FAPROUASD ha decretado el no inicio del semestre 2017-10, que debió empezar a principios de enero como en todas las demás universidades, hasta tanto el rector no disponga de un aumento de salarios de un 15%.
El reclamo de
la FAPROUASD es justo y todos/as necesitamos un aumento en nuestros salarios.
Pero si cometemos el mismo error de comernos estos 550 millones de pesos tal y
como hicimos con los 1,250 que eran para la seguridad social, estaremos
desacreditando a nuestra institución, fortaleciendo la idea de que a la UASD no
se le puede entregar recursos por que el mínimo peso que recibimos es para
aumentos, para salarios.
Perderemos aun
más credibilidad de la sociedad, más respaldo de los estudiantes en los que
nunca pensamos, más confianza del gobierno para entregarnos recursos aunque no tenga calidad para cuestionarnos y, peor aún,
estaremos abonando la teoría del “barril sin fondo”.
Si eso es lo
que se quiere, adelante.
El autor es
estudiante y servidor universitario
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