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"El corazón del árbol sabe hacia donde tiene que crecer".
Ninja Assassin (2009)


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viernes, 17 de febrero de 2017

Mea culpa

Neo Carmona 

Podemos afirmar, sin lugar a equivocarnos, que la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y gracias al Glorioso Movimiento Renovador, es la institución más incluyente y democrática que existe en la República Dominicana.


En el deterioro institucional que exhibe nuestra academia y los niveles de decadencia en sus procesos y prestigio, en su pertinencia como voz y ejemplo para la sociedad dominicana, se encuentra la responsabilidad directa de los tres sectores que integramos la familia universitaria: profesores/as, empleados/as y estudiantes, desde los diferentes roles que desempeñamos en la estructura funcional de la academia.

En ese sentido, toda iniciativa que busque sacar a la UASD del atolladero en que la hemos metido todos/as, incluyendo la actual crisis que mantiene estancado en funcionamiento normal de la docencia, no puede, bajo ningún concepto, ser excluyente ni marginar a ningún sector ni mucho menos eximirlo de responsabilidades. Al contrario, debe procurar la integración de todos los sectores e inclusive, de toda la sociedad y de todo/a aquel o aquella que ame a la UASD y quiera y pueda aportar a que sea mejor para beneficio de todos/as.

Tampoco tiene futuro ninguna iniciativa donde cada sector no haga un "mea culpa" y se comprometa a sacrificar sus beneficios y excesos groseros en favor de una mejor universidad.

Aunque los profesores/as son la columna vertebral del proceso enseñanza-aprendizaje, los estudiantes somos la razón de ser de la Universidad y los empleados/as, a pesar de que no somos parte de ese proceso, nadie puede negar la importancia de nuestras funciones para el funcionamiento adecuado de la Institución.

Lo que es de todos, a todos nos toca.


El autor es estudiante y servidor universitario


miércoles, 1 de febrero de 2017

Si la lucha es a muerte, el cadáver será el de la UASD

Neo Carmona

La asamblea informativa que encabezó ayer el señor rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), doctor Iván Grullón Fernández, junto a demás miembros del Honorable Consejo Universitario y ex rectores de la UASD, ha servido para evidenciar, primero, que de acuerdo a los compromisos de la academia detallados por el vicerrector administrativo maestro Editrudis Beltrán Crisóstomo, y a sus respectivos montos, a la institución se le hace imposible en este momento asumir la demanda de un 15% de aumento salarial que plantea la Federación de Asociaciones de Profesores de la UASD, FAPROUASD, y que mantiene en la incertidumbre el inicio del presente semestre 2017-10 que, cuando menos, debió haber iniciado como contempla la programación docente.

Segundo, que los enfrentamientos personales entre dirigentes del gremio y la rectoría, y quienes defienden de ambas partes una y otra postura, agudizan aún más la problemática llevándose de paso el desarrollo del calendario académico en perjuicio del futuro de los estudiantes, que son la razón de ser de la Universidad Primada de América.

De la desvirtualización y politización de la lucha, el debate y la misión de la Universidad no saldrá sino el hundimiento de la academia y su muy bien ganado prestigio como la institución más importante, de mayor trascendencia e impacto social en el pueblo dominicano.

Si no se impone la sensatez y la cordura, si todos/as tenemos la razón, si ninguno/a está dispuesto/a a ceder y dar un paso adelante en favor del diálogo y el entendimiento y pensar más allá de las diferencias que nos separan, en el objetivo común de cuidar y preservar este patrimonio de la patria al que todos/as le debemos, sino todo una gran parte de lo que somos y tenemos; si la lucha es a muerte, entre enemigos/as acérrimos/as y no entre compañeros/as académicos/as llamados/as y ser ejemplo, entonces el cadáver será el de la UASD y todos/as llevaremos sobre nuestros hombros la responsabilidad y la vergüenza.

Los hijos e hijas de este pueblo no nos lo van a perdonar. Pero tampoco nos lo vamos a perdonar nosotros/as.


El autor es estudiante y servidor universitario