Estimado Luis Abinader:
Esta actitud tuya ha dejando mucho que desear de ti como político, como “líder” de la oposición” y, sobretodo, como esperanza de libertad de nuestro pueblo; como opción para cambiar su rumbo y sacar del gobierno a una estructura mafiosa que ha secuestrado la institucionalidad y funcionalidad de todos los poderes e instituciones del estado.
Como bien sabes, la ejecución del fraude había empezado mucho antes del día 15 de las elecciones. Y fue tan evidente y descarado que no había cerrado el proceso de votación en la inmensa mayoría de los colegios cuando Roberto Rosario le adjudicó al presidente Danilo Medina nada más y nada menos que el 62% de los votos. Tan contundente fue su magnitud que el número mágico se mantiene aun hoy invariable y las irregularidades que hemos comprobado después y que ordenan la nulidad completa del proceso… ni en Macondo.
Pero volviendo al día de las elecciones Luis, en lugar de llamar a Nuria Piera, directora de NCDN, y mostrarle tu preocupación por lo que evidentemente no solo no se correspondía con la realidad de las elecciones sino que constituía una franca violación al acuerdo que había suscrito el organismo rector con los partidos de no emitir los resultados del doloso sistema electrónico hasta tanto no fueran certificados por el conteo manual que ordena la ley, lo que debiste fue, sabiendo que esa acción perversa era una parte indispensable para la ejecución del fraude de la reelección, hacer un llamado al pueblo dominicano para que estuviese atento y dispuesto a defender la democracia y voluntad popular en las calles.
De haber tenido tú la firmeza, el carácter, la responsabilidad y valentía de jugar el rol histórico que te corresponde como el líder que intentas ser, hoy viviéramos otra realidad y Roberto Rosario no andaría burlándose por las redes sociales de esta patria que él y el grupo de delincuentes que lo manillan han convertido en selva.
Por si no te has dado cuenta, por si nadie te lo ha dicho, es un papel mediocre el que haces en tanto andas denunciando un fraude que no estás dispuesto a combatir pero cuyos resultados tampoco terminas de aceptar de frente como buenos y válidos.
Es un papel irresponsable el que juegas al no encabezar la lucha del pueblo en las calles en defensa de su democracia, dirigiendo tú como líder la desobediencia civil y pidiendo la renuncia del nefasto Roberto Rosario, desconociendo el gobierno ilegitimo, pidiendo la anulación del matadero electoral completo, reclamando nuevas y verdaderas elecciones.
Pero es más irresponsable y mediocre porque tampoco nos pides que hagamos lo contrario, que aceptemos los resultados de las elecciones con dignidad y nos veamos en el 2020 cuando otro certamen nos llame a concurso y puedas competir sino con mejores condiciones al menos con unos pantalones que puedan servir de algo a la lucha por democracia.
Ni siquiera has tenido la delicadeza de excusarte, como hicieron otros, bajo la consigna de no querer un derramamiento de sangre. De esta forma ni has hecho una cosa ni la otra queriendo estar con Dios y con el Diablo.
Debes darte cuenta Luis que hasta para ser cobarde y salvaguardar los intereses económicos y la posición en la que estamos cómodamente acostumbrados, debemos tener firmeza, carácter, responsabilidad y valentía.
Es lo mismo que se necesita para salir a defender al pueblo y su democracia.
Solo falta que elijas de una vez y por todas, responsablemente, el lado del que estás. O estás del lado del pueblo en la justa defensa de su democracia o eres parte del fraude orquestado por Danilo Medina.
Después será tarde para reivindicaciones de último momento.
El autor es estudiante y servidor universitario
