Neo Carmona
Como puede advertirse, no estamos hablando de cualquier
cosa. De ahí la importancia vital de las elecciones del 15 de junio próximo, en
las que, más que dos candidatos por la rectoría de la academia, se enfrentan
dos modelos diametralmente opuestos de cómo debe manejarse y funcionar la
universidad, tanto en su responsabilidad social, su rol como institución de
educación superior de excelencia, como en su compromiso con el país en función
de formar los recursos humanos y técnicos cualificados en todas las áreas del
saber que este necesita para su desarrollo sostenible, así también para dar
soluciones definitivas a las problemáticas nacionales.
Es evidente, que la UASD no puede cumplir con su misión educativa a partir de permitir que un grupo mercantil, sin vocación ni visión académicas, sin experiencia gerencial salvo que no sea para su propio beneficio y que, además, está apandillado, por un lado, con los enemigos históricos de la autonomía universitaria, de la educación superior gratuita; quienes siempre han querido repartirse el presupuesto de la institución. Pero, por el otro, con los principales representantes de los intereses más oscuros de la partidocracia rancia tradicional, que busca controlar todos los estamentos de la vida pública nacional para perpetuarse en el poder y lograr impunidad. Una historia que ya conocemos y no permitiremos se reedite desde una universidad que, como la nuestra, siempre ha sido cuna de las luchas por las libertades sociales y democráticas del pueblo dominicano trabajador, al que nos debemos.
La injerencia grosera de esos sectores en los procesos internos de la academia debe ser desde ya condenada por toda la familia universitaria y la sociedad civil organizada. Pero también, derrotada en las urnas toda vez que no le vamos a dejar que se salgan con las suyas y que nos usen como monedas de corso para el pago de sus contubernios politiqueros en detrimento de la institución que ha hecho los más grandes y mejores aportes al país.
Innegablemente, nada mejor que el desempeño en la función pública, aulas incluidas, naturalmente, como su correcto accionar en la práctica profesional privada, para medir la idoneidad del doctor Jorge Asjana David para ser sin dudas el próximo rector de nuestra Universidad Autónoma de Santo Domingo, garantizándola así para las presentes y futuras generaciones como una universidad de excelencia académica, calidad, compromiso social, internacionalizada, pertinente, transparente e institucionalizada. Más de 40 años al servicio de los mejores intereses de la UASD, y un conjunto de hombres y mujeres que comparten con él esa visión correcta, lo respaldan.
El autor es servidor universitario
No hay comentarios.:
Publicar un comentario