Estimado Abinader:
Como una
característica innegable de la historia de las luchas por la libertad en la
República Dominicana, los líderes que hoy consideramos como tales forjaron su
inmortalidad y contribución a la libertad y democracia dominicanas luchando
contra aquellos que se consideraron asimismo como predestinados y que no concebían
el funcionamiento de la República más allá de su miserable existencia
(cualquier parecido con Danilo Medina no es más que pura coincidencia).
Ninguno, desde los
padres de la patria hasta Caamaño, se levantó de su cama un día cualquiera y se
puso la ropa e inmortalizó como líder. Se me hace imposible pensar que tú
pretendas, en pleno siglo 21 y con el auge de las redes sociales, romper ese
paradigma.
Si estamos de
acuerdo en que lo que vivimos el domingo día de las “elecciones” es el
resultado de un plan muy bien orquestado por una mafia corrupta y corruptora
que intenta evidentemente a toda costa perpetuarse en el poder.
Si estamos de
acuerdo que el matadero del que fuimos testigos está a más de un millón de años
luz de ser un autentico ejercicio de democracia, en un país libre y donde prime el
Estado de Derecho.
Si sabemos, como lo
sabemos por qué lo vivimos, que se violentó la voluntad popular y los deseos de
un cambio de rumbo en los destinos del país, con el uso indiscriminado y sin
escrúpulos de los recursos del estado: comprando cédulas, dirigentes políticos
y sus partidos, delegados electorales, pagando a delincuentes para que
amedrenten a los votantes, entregando más de una boleta presidencial a los
compañeros del PLD, entregado boletas sin firmar a los identificados votantes
del PRM, emitiendo un boletín que anunciaba el 62% de Danilo en franca
violación no solo de lo acordado entre la JCE y los partidos sino además, y más
importante, a la propia realidad del certamen.
Si estamos
conscientes de que se botaron urnas y boletas que aun hoy siguen apareciendo
con tus votos por los basureros y rincones de este país, así como otras
perversidades, siendo la más importante e inmunda mantener la garantía del
respeto a la democracia en una lacra política como Roberto Rosario Márquez, un
títere funesto maniobrado desde el Comité Político del partido de gobierno y el
Palacio Nacional cuya única función es validar el fraude que ya se había montado.
A la luz de todo
esto, estimado Luis Abinader, es imposible aceptar como buenos y validos esos
resultados ilegítimos que más que afectarte a ti como candidato presidencial cercenan
la esperanza de nuestro país, entierran el último vestigio de su democracia, de
su institucionalidad y de la libertad que tanta sangre costó a los que tuvieron
el valor de ofrendar su vida por su defensa.
Luis, no se trata
de ir a puntos específicos del país a defender el voto, legitimo vale decir, de
un diputado, de un alcalde o regidor del PRM y que sin dudas sumaría a las
filas de un PRM ahora mayoritario.
No se trata de eso
Luis porque lo que está en juego, y lo sabes, es más serio e importante.
Se trata de no
validar con la irresponsabilidad y la cobardía esta podredumbre que hemos de
cargar por más de los cuatros años que ha de durar el gobierno ilegitimo e
inmoral que se ha comprado Danilo Medina para seguir apadrinando la corrupción
y el enriquecimiento ilícito de los miembros de su partido, amigos y funcionarios
del gobierno. Todo esto en detrimento de una población que financia esta
podredumbre con sus impuestos, pagando préstamos internacionales con altos
intereses en dólares y euros mientras se hunde en la miseria y los hospitales
no tienen ni siquiera gasas para curar la herida de un paciente digno de mejor
suerte.
Se trata de
devolvernos a los dominicanos y dominicanas la fe de creer en que las cosas
pueden ser diferentes y que podemos contar con un líder que asuma la
responsabilidad histórica de defendernos en el que sin dudas es el momento más
crucial de nuestra supervivencia como estado con algún mínimo democracia.
Hoy, la historia y
las circunstancias te dan la oportunidad de encabezar este
movimiento que encarna la indignación y firme voluntad de los dominicanos y
dominicanas de no dejar mancillar más nuestro derecho a la libertad, a la
democracia, al respeto y la dignidad nuestra y de la Patria.
Caamaño era solo un
simple militar antes de la Guerra Patria de Abril del 1965 pero estando en
lugar indicado en el momento preciso supo jugar el rol histórico que le
exigieron las circunstancias y la defensa del país. De esta forma, en tanto
reivindicaba la dignidad de nuestro pueblo hacia lo mismo su propia historia.
Asume el liderazgo
y la responsabilidad de la lucha. Vamos a impugnar las elecciones en todos los
niveles. Vamos a exigir que se realicen nuevas elecciones. Vamos a pedir la intervención
de la comunidad internacional como garantía del respeto a la voluntad popular
que ha de expresarse en las urnas en un proceso donde la principal característica
ha de ser la igualdad de condiciones en la participación.
Vamos a llamar a la
desobediencia civil.
El fraude dice que
el 35% de los electores votó por ti y que un 30% se abstuvo de votar. Ya esos
suman un 65% y sabemos que no es cierto que Danilo haya ganado las elecciones y
menos con 62%.
Un simple ejercicio
de suma y resta y la verdad y defensa de la democracia de nuestro lado nos dan
la mayoría.
Solo esperamos a un
Líder, a un comandante, a un Luis Abinader responsable, consciente de su rol histórico
y dispuesto a jugarlo.
Te toca decidir a
ti en qué lado de la historia quieres ser recordado.
Atentamente,
Neo Carmona
.-
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