Neo Carmona
¿Los resultantes
de entregar dos boletas presidenciales a miembros del Partido de la Liberación
Dominicana (PLD) para que voten fraudulentamente dos veces por la reelección del
presidente Danilo Medina?
¿Los que
provienen de entregar boletas sin la correspondiente firma del presidente del
colegio electoral a integrantes de Partido Revolucionario Moderno (PRM) para
luego declararlos nulos, como efectivamente se hizo?
¿Los depositados
en las urnas resguardadas, aún hoy, fuera del control de la Junta Central
Electoral?
¿Los que no
llegaron nunca a Junta Central Electoral (JCE)?
¿Los que superan
con cientos la cantidad de votantes inscritos en colegios electorales?
¿Los quemados
misteriosamente tal vez por obra y gracia del dios que eligió al pichón de
dictador Danilo Medina como un predestinado y única opción para dirigir esta
república bananera?
¿Los encontrados
en basureros y vertederos, llevados hasta allí en vehículos oficiales de la
propia junta?
¿Los que
secuestraron militares y policías?
¿Los de los más
de 600 colegios electorales que llegaron sin actas a la Junta del Distrito
Nacional?
¿Los que salieron
de los escáneres programados con el 62% que ya se le había comprado a las
encuestas?
¿Los de las actas
modificadas que debían aparecer a toda costa?
¿Los que costaron
un pica pollo y entre 300 y 500 pesos de los recursos del estado?
¿Los que fueron
fruto del chantaje?
¿Los que son productos
de comprar a delegados de la JCE y de los partidos políticos para alterar las
actas y hacerse de la vista gorda ante las acciones perversas del gobierno que
había comprado el resultado a favor del Trujillo del siglo XXI al que se
refería Leonel?
¿Los que debían computar los tres mil técnicos que "renunciaron" 12 hora antes de iniciar
las elecciones y que en el gesto más patriótico jamás visto, el mismísimo
Roberto Rosario tuvo que bajar del Olimpo y salir a buscarles reemplazos la madrugada del sábado?
¿Los que son
consecuencia de repartir ron, cervezas, drogas y dinero en las puertas de los
propios colegios electorales donde era evidente la apabullante propaganda
política que tajantemente prohíbe la ley, en favor de la reelección y sus
esbirros?
¿Los que millares
de cédulas compradas no le permitieron hacer la diferencia?
¿Los que derivan de
repartir patanas de dinero en efectivo y a través de publicidad y pago de
servicios a periodistas bocinas y medios de comunicación para callar el fraude
que se había preparado con todo y el 62%, tan absurdo y descarado que aún hoy
se mantiene invariable?
¿LOS QUE SALVAN A
UN DIPUTADO, A UN ALCALDE O REGIDOR DE LA "OPOSICIÓN" PERO VALIDAN EL
FRAUDE MÁS COLOSAL Y NAUSEABUNDO DE LA HISTORIA DE LOS FRAUDES ELECTORALES EN
LA REPÚBLICA DOMINICANA?
¿Los que provienen
de un proceso administrado desde el Palacio Nacional y el Comité Político del
PLD a través de su lacayo Roberto Rosario Márquez?
¿Los votos que
son fruto de armar delincuentes en los barrios para amedrentar al pueblo
decidido a sacar del poder a esa mafia de corruptos que encabeza el falso
ingeniero?
¿Los votos cuya
garantía del respeto a la voluntad popular expresada en las urnas está bajo la responsabilidad
de la autoritaria voz de su majestad Don Roberto Rosario I y Márquez de Medina?
¿Los que se deben
a sugestionar de forma grosera a empleados públicos para que apoyen la reelección?
¿Los que son el
resultado de emplear el mismo mecanismo para que hagan lo propio, beneficiarios
de miserables subsidios sociales que no hacen más que perpetuar su miseria y
proporcionar al estado corrupto de medios clientelistas para lograr sus
perversos objetivos?
¿Los que se
consiguieron con la prepotencia, el abuso de poder, la malversación de los fondos
públicos y la más grande corrupción para perpetuar en el poder a ladrones y
charlatanes?
¿Los que son
el resultado de desmembrar la institucionalidad de los organismos e instituciones
del estado puestos todos al servicio de la causa de la reelección?
Contar uno a uno…
¿cuáles votos?
Lo que procede,
por el bien del futuro de este país y sus instituciones, es desconocer al gobierno
ilegítimo, inmoral e ilegal que preside Danilo Medina Sánchez.
Lo correcto no es
pedir el conteo uno a uno de esos votos viciados, que nacieron corruptos y que
perdieron toda la calidad para validar la vulnerable democracia.
Lo sensato es
pedir la anulación de las elecciones completas, denunciar el colosal fraude
ante la comunidad internacional, llamar a la población a la desobediencia
civil para de esta forma salvar la última gota de democracia que nos queda, hacer prevalecer la voluntad popular expresada en las urnas y el necesario
Estado de Derecho.
El autor estudiante y servidor universitario
EN DEFINITIVA TODO FUE UN FRAUDE, DESDE EL COMIENZO AL FINAL. TODO FUE HECHO EN INDRA, ESTABA PLANIFICADO, Y YA ESTAN PLANIFICANDO EL PROXIMO, ELEVANDO A HIPOLITO, PARA ASEGURAR UNA PUERTA DE SALIDA, ELEVANDO A ABINADER PARA TENER LA RETAGUARDIA CUBIERTA. NO BUSQUEN MUCHO EN EL MAPA ELECTORAL DOMINICANO, LA MAYORIA DE PARTIDOS OPOSITORES SON COMPLICES.
ResponderBorrar