Neo Carmona
Bienvenido es el prototipo por excelencia de lo que muy bien podríamos definir como “integridad compulsiva”, certificado por una carrera de más de 40 años formando a profesionales de la medicina y la cirugía del más alto nivel y sirviendo a los mejores intereses de nuestra universidad y de la educación superior pública de calidad. De valores innegociables, Bienvenido Peña Jiménez no transige ni un ápice ni ante nadie en su defensa de lo institucional, a pesar de que esto resulte políticamente incorrecto. Tal vez o sin tal vez eso explica por qué Bienvenido no llegó más lejos en su carrera política. Pero, como no podía ser de otra manera, a Bienvenido le basta la tranquilidad de su conciencia con del deber cumplido.
En los negocios, un empresario exitoso, que junto a su familia ha logrado sostener hasta la actualidad una empresa sólida que brinda un excelentísimo servicio en el área del transporte interurbano. Bienvenido no es el hombre que ensuciaría su nombre, su apellido y trayectoria ni la de su familia ni por todo el dinero del mundo. Y mucho menos para amañar la formación académica de doctores, lo que practica como sacerdocio y pasión desmedida. Yo diría que exagerado porque exigente y estricto como ninguno pero cumplidor y responsable también como ninguno para jamás perder la calidad para ello.
A quienes no le perdonan a Bienvenido su responsabilidad y firmeza en defensa de la calidad del personal y los servicios médicos. Y más aún el que no le puedan alcanzar en estatura moral y prestigio, y se han valido de quien a todas luces no es más que un irresponsable delincuente para intentar mancharlo, que ya en el 2019 había intentado chantajear al Doctor Peña para cubrir su irresponsabilidad y mediocridad, sepan que no lo van a lograr.
El Doctor Bienvenido Peña Jiménez, además de la reputación que le precede, tiene a todo un ejército de quienes le conocemos dispuestos a acompañarle en la defensa de su nombre y dignidad. No porque seamos sus amigos, que lo somos. Es porque estamos seguros de su honestidad e integridad en las aulas, en el quirófano, en el consultorio, en la gerencia académica, en los negocios y en la vida.
El autor es servidor
universitario
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