Neo
Carmona*
En
cada proceso de elecciones de autoridades, la Universidad Autónoma de Santo
Domingo (UASD) se enfrenta a la encrucijada de decidir su futuro, el cual está cada
vez más amenazado por las élites económicas corruptas, enemigas de la educación
superior pública y de calidad y del papel social de nuestra Universidad Primada
de América en favor de los mejores intereses del pueblo dominicano.
El próximo
20 de junio, la encrucijada es la más seria que enfrentamos de los últimos
procesos electorales.
Sin
lugar a dudas, creo firmemente que nunca antes como ahora el futuro de la UASD
y su permanencia como patrimonio auténtico de este pueblo y como única institución
con que cuentan sus hijos e hijas para superarse académica e intelectualmente y
para su nivelación social y así contribuir al desarrollo del país y de sus
familias, corren tanto peligro.
Tenemos
el compromiso ineludible con nosotros mismos, con nuestros hijos e hijas, con
la sociedad dominicana, con el pueblo trabajador que nos financia y con las
futuras generaciones de dominicanos y dominicanas, de preservar esta
institución como estandarte genuino de calidad, eficiencia, democracia,
transparencia, institucionalidad y excelencia.
Y
eso no se logra eligiendo una propuesta cualquiera, a la ligera, por presiones
y miedo a represalias, favores políticos y económicos, prebendas y canonjías, promesas
que nunca se han cumplido, ni mucho menos por amiguismos ni chantajes.
Sólo
lograremos ese objetivo votando con conciencia, por una propuesta seria que
saque a la UASD del atolladero y la lleve al sitial que le corresponde dentro
del sistema de educación superior nacional, regional y mundial; ejemplo para
las demás universidades, para el estado y sus instituciones y no un reflejo de
sus peores males y vicios.
Una
propuesta genuinamente académica, basada en principios morales, éticos y
gerenciales sólidos.
Una
propuesta encabezada por una mujer y su equipo, todos y todas altamente
capacitados/as y comprometidos/as con la misión y valores de la UASD, con su
institucionalidad y con la supremacía y el respeto del Estatuto Orgánico y las
reglamentaciones vigentes.
Una
propuesta con visión de futuro, un liderazgo genuino, autentico, responsable.
Eso
sólo es posible con Doña Emma como rectora 2018-2022
Con
Emma rectora: la UASD está segura.
El
autor es estudiante y servidor universitario
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